luna

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seikima II



Seikima-II(聖飢魔II Seikimatsu?) es una banda japonesa de heavy metal muy popular en dicho país. Pero gracias a la masificación de sus discos vía blog y los videos por Youtube se ha vuelto popular en países como Estados Unidos , Chile y España. El cantante principal del grupo, Demon Kogure, ha sido citado como uno de los poseedores de las mejores voces de la escena musical japonesa. Los otros integrantes eran incluidos en los coros en casi todas sus canciones, añadiéndole fuerza vocal al grupo. Con su música, contribuyeron bastante a la evolución del heavy metal japonés.
Visualmente, en el transcurso del tiempo el grupo abandonó gradualmente sus estilos parecidos a la banda estadounidense KISS poco antes de que se estableciera la formación definitiva. Parecía ser que desde ese momento obtenían su inspiración del teatro Kabuki, y esto se ajustó muy bien a su imagen demoníaca. Sin embargo, su maquillaje, el cual era su sello característico, permaneció igual. Cuando se disolvió la banda todos los integrantes formaron grupos o iniciaron carreras en solitario (Kogure ha tenido una exitosa carrera solista y además es comentarista en encuentros de Sumo ) Raiden y Xenon formaron la banda RX que son las inicales de los dos miembros de la banda llegando a tocar con el bajista John Wetton del grupo británico de Rock Progresivo Asia,y Ace shimizu formo el grupo face to ace y Luke takamura formó el grupo CANTA. Entre otros datos su álbum PONK!! fue grabado en los estudios EMI Studios en Londres
.
También cuentan con un juego titulado Seikima-II Akuma no Gyakushu en 1986 para la Famicom
Sus fans confirmaban su tendencia hacia el humor negro y la sátira -los fans de Seikima II eran llamados "Shinjas" y los conciertos eran llamados "Misas negras". Adicionalmente inventaron un nuevo sistema de fechas, de acuerdo al grupo el año 1900 era el año 90 B.D. Más ejemplos de su extraña forma de re-escribir el tiempo aparecen en su sitio web, junto a otros hechos extraños incluyendo el peso de Demon declarado estar entre 58 kg. y 50 000 toneladas. Últimamente se volvieron a unir y han realizado una serie de conciertos y editaron un discocon sus canciones en inglés, para el mercado anglo.    
  en cuando pueda subire en un solo enlace la discografia entera de este fantástico grupo 

INFRAMUNDO DE MURRACIO EL DIOS SUPREMO DE LOS INFRAMUNDOS: HISTORIAS DE TERROR

INFRAMUNDO DE MURRACIO EL DIOS SUPREMO DE LOS INFRAMUNDOS: HISTORIAS DE TERROR

luna de miel



Era una noche de verano. A el le gustaba caminar por las noches a la luz de la luna, bajo el manto de las estrellas. 

Llevaba tres días en aquella isla, en compañía de su esposa. Una luna de miel que no estaba siendo como cuentan en los cuentos de hadas. En el tiempo que llevaban juntos, habían discutido más que en toda la vida de novios. John se preguntaba por qué su mujer no mostró su verdadera cara hasta el día después de su boda. Era como si ya no tuviera con que contentarle. Como si ya no importara que él fuera feliz porque ya lo tenía pegado para toda la vida.  


Ella quería ir a la playa de la película de Di Caprio. Allí cumpliría sus sueños, la luna de miel más bonita que podía imaginar. La primera noche fue, ciertamente, maravillosa. Pero al día siguiente, después de caminar durante dos horas, viendo el increíble paisaje de aquella isla, se dieron cuenta de que se había terminado su ruta turística y tan solo llevaban un día allí. Uno de la semana planeada. Eso en principio lo tomaron para hacer bromas entre ellos. Que si ahora damos otra vuelta, que si todavía no conocían a ese cangrejo. Pero a la hora de comer ella estaba aburrida y él, posiblemente estaba agotado de la noche anterior por lo que no tenía muchas ganas de hablar.  

En apenas media hora de comida el matrimonio maravilloso que habían creado se había convertido en un volcán a punto de explotar. Las preguntas que siempre se hacen como chistes y que normalmente hacen reír, a John le llovieron sin previo aviso. Cariño, ¿En qué piensas? ¿Por qué estás tan callado? ¿Por qué no quieres decírmelo? ¿Es que te arrepientes de la boda? ¿No te gusta este sitio? Y John negaba todo, al principio sin darle importancia, después preocupado porque ella parecía estar acelerándose con sus propias dudas. Y encima era terriblemente desquiciante porque contestara lo que contestara, ella entendía solo lo contrario. "Cariño, solo estoy cansado por lo de anoche."  

John miró a la luna, recordando las consecuencias de aquella sencilla respuesta. Una inocente y sincera respuesta que solo dejaba claro que había dormido poco por una de las noches más bonitas de su vida y estaba cansado. La respuesta de Jessica a su frase fue tan sorprendente como incontestable: ¿Es que te cansa estar conmigo? No pudo contestar porque no sabía ya lo que era juicioso o lo que era sincero. Además su agotamiento y sueño eran tan grandes que apenas tuvo tiempo de reaccionar a la reacción de su mujer.  

Desde ese momento no podía hablar con ella. Cada vez que se dirigían la palabra, discutían. Ella sacaba punta a todo. No sabía si lo que no soportaba era el no tener a dónde ir, o si simplemente la horrorizaba la idea de pasar la vida a su lado. A lo mejor imaginó, en su fantasía de adolescente, que en la playa de Di Caprio no tendría tiempo de aburrirse porque podían hacer mil cosas. Aunque una vez allí, era difícil imaginar algo que no fuera voley o fútbol de playa, bañarse, tomar el sol, ir al chiringuito, ir al hotel... 

Disfrutar de la compañía... Pero ni a ella le gustaba el voley, ni el fútbol, ni podía tomar el sol porque se quemaba en seguida ni le gustaba estar todo el día en el chiringuito (y más si ya había estado antes).  

Oyó pasos, eran de un muchacho, vestido con un bañador de media pierna que parecía dirigirse con prisa a la playa, como si hubiera quedado con alguien. Pasó a su lado como una centella ya que su paso era sereno y el del muchacho era puro nervio. 

Harto del descubrimiento de que no soportaba a su mujer en ese estado de histeria, y que ella tampoco le soportaba a él, se había ido de la habitación y salió a dar un paseo entre las palmeras. Decidió estar lejos de ella hasta el amanecer. A ver si le echaba de menos o decidía liarse con otra. Creyó que su vida estaba acabada, que se había casado con alguien que no conocía. Pensó que sería muy triste volver y decirles a todos que no soportaba la mera presencia de su esposa. Mientras pensaba en eso, oyó cómo un peso muerto caía a pocos metros de él. Vio por la luz plateada de la luna que era una persona. Habia algo sobre el muchacho que acababa de caer, algo negro, salvaje, desgarraba su cuerpo muerto. Pero no tan muerto como para no emitir un gemido de indescriptible dolor, en un sonido encharcado en su propia sangre.  
John se quedó paralizado por el pánico. No podía ni respirar. Hacía un momento le había adelantado un muchacho... Y ahora estaba a diez metros de él... muerto. Y la cosa que lo había atacado estaba allí. Posiblemente saltaría sobre él en cuanto respirara. Solo separaban a John de la criatura unos escasos diez metros. Por mucho que corriera, ese animal tendría clavadas sus fauces en su cuello antes de que nadie oyera sus gritos, igual que aquel pobre muchacho.  El animal levantó la cabeza y olfateo. John creyó que se asfixiaría por no respirar ya que cualquier ruido que hiciera podía suponer la muerte. El animal se movió hacia delante y de un salto se perdió entre la vegetación, en dirección a la playa. Su velocidad y movimientos lo hacían tan escurridizo como un fantasma, y su color negro impedía que se pudiera saber qué animal era. Podía ser un perro o un puma. Podía ser cualquier cosa que se moviera a cuatro patas.  Libre de su parálisis, John encendió su linterna y alumbró el cadáver del chico. Como temía, estaba destrozado. No pudo distinguir su cabeza entre tanta sangre. Sintió ganas de vomitar. Quiso huir, correr hacia el hotel, pero las sombras eran tan terriblemente acechantes que necesitaba asegurarse de que ese animal ya no estaba allí. Enfocó su linterna a las sombras cercanas y no vio nada. Entonces dio media vuelta y corrió.  Sus piernas se movían como si nunca antes hubiera corrido. Sintió que en cualquier momento se torcería el tobillo, que no corría lo suficiente, corrió y corrió, sintiendo que su corazón amenazaba con estallar en su pecho. Llegar a las puertas del hotel le llevaría al menos cinco minutos, cinco eternos minutos corriendo entre aquellas sombras. Unas sombras que podían esconder su inminente muerte. Sus pies sufrían cada piedrita que pisaban y más de una vez estuvo a punto de caer de cara contra el suelo. Decidió hacer caminata a diario si sobrevivía a aquella noche. Sus pulmones ardían, su corazón parecía latir en el límite, su cabeza solo veía cabezas oscuras con dientes enormes entre las sombras de los helechos y plantas. Enfocaba con la linterna donde creía ver una cabeza. Entonces pisó una piedra grande y su tobillo cedió. Sus rodillas se incrustaron en aquel suelo pedregoso y sintió que su piel se cortaba. Cayó de bruces y no fue capaz de moverse durante unos segundos. Estaba muerto de cansancio. Había corrido demasiado. Se dio cuenta de que no podía recorrer cuatro kilómetros como si corriera los cien metros llanos. Se preguntó si estaba lo suficientemente lejos del animal como para estar a salvo. Se obligó a levantarse y continuar corriendo con las pocas fuerzas que le quedaban. No deseaba seguir envuelto en aquella oscuridad. Además su linterna se había roto en su caída, no podría alumbrar el suelo para evitar las piedras. Tendría que continuar mucho más despacio.  Entonces escuchó un rápido y letal trote tras él. Era sin duda la criatura, que corría como una exhalación hacia su dirección. Se levantó, le dolian las rodillas, que las tenía completamente cubiertas de sangre. El pánico volvió a poseerle, pero esta vez en forma de fuerzas inhumanas. Corrió de nuevo con más fuerzas que antes, voló sobre sus pies, corrió cuanto pudo a pesar de creer que en el mismo momento en que dejara de hacerlo, moriría por los dientes de aquel animal o por que su corazón no resistiría tal esfuerzo.  Al correr, dejó de escuchar el trote, pero eso no le tranquilizaba ya que solo era porque sus monedas de los bolsillos, su cadena del cuello, el tejido de su camisa y pantalones y sus pies aplastando el suelo eran demasiado ruidosos como para permitir seguir escuchando la procedencia de la amenaza.  Sus piernas empezaron a flaquear, sus fuerzas se agotaban. No podía correr mucho más. Los pulmones le ardían tanto que creyó que estaba a punto de escupir sangre. Entonces, al detenerse, se dio cuenta de que nadie le seguía. Miró hacia atrás lo que vio le dejó paralizado.  Una enorme sombra de poco más de un metro de alto y tan robusto como un puma estaba plantado frente a él, mirándole fijamente. No se atrevió a moverse ya que su repentina parálisis parecía haberse contagiado a la temible criatura. En el momento en que dejó de respirar, el animal se había detenido. No podía ver más que su contorno ya que era negro como la noche y su pelaje no reflejaba la luz de la luna. Sus ojos brillaban pero no podía verlos. Eran como los ojos de los gatos, que parecen reflejar luces tan lejanas que ni siquiera sabía de dónde venían. Su cuerpo estaba agotado hasta el límite, no pudo resistir mucho tiempo sin respirar. Estaba a punto de desmayarse. Sus pulmones se llenaron de aire y sus ojos no se separaron de aquellas terribles pupilas reflectantes. El animal pareció recobrar la vida al sentir su agitada respiración. Caminó hacia él, acechante, olfateando. John supo que nunca lo despistaría porque las heridas de las rodillas lo atraerían. 

John rezó en silencio. Lanzó una plegaria, suplicando que se le permitiera volver a ver a su mujer y pedirle perdón por su comportamiento en esos días. Lo único que pensó en aquel momento fue en lo mucho que sufriría ella cuando le comunicaran al día siguiente que su marido había sido devorado por una fiera salvaje. El animal rugió. Sus ojos se acostumbraron a la oscuridad y pudo distinguir poco a poco la silueta de un enorme tigre. Un tigre negro. Jamás había oído hablar de tigres negros. Pero aquel evidenciaba que debían existir. Aunque poco a poco se fue percatando de que no era realmente negro, sino que su pelaje a la escasa luz de la luna se veía así. Pero debía ser marrón oscuro y por esa razón costaba trabajo distinguir su silueta en la noche. El tigre seguía olfateandole. Parecía preguntarse por qué su presa no seguía corriendo. Parecía que intentaba asustarle para atacarle en plena carrera. Era como si no le divirtiera matar a un hombre que le estaba viendo.  - Los animales no cazan por diversión - susurró apenas sin voz -. ¿Por qué cazas tú? Ya comiste antes. No necesitas más comida.  

No esperaba que el tigre le entendiera, le temblaba la voz. De hecho solo logró que se le acercara más. Le olisqueaba. Debía estar degustando el olor a miedo ya que si ese sentimiento realmente podía ser olido por los animales, él estaría soltando cataratas de ese olor.Un disparo rompió el silencio y el tigre se asustó. Durante un instante hubo un fogonazo a poca distancia y pudo ver el verdadero color y tamaño del animal. Era un tigre normal, enorme. Tenía la piel con manchas marrones, amarillas y blancas. Aquel disparo asustó al animal y se perdió entre las sombras negras de los helechos.  

- ¡Oh cielos! - dijo alguien a su espalda -. ¿Estás bien? 

John se volvió y vio a un hombre de unos cuarenta años con un rifle de caza en las manos.  

- ¡Qué demonios hace fuera del hotel por la noche! - le espetó el individuo -. Lárguese, corra todo lo que pueda.  

- ¿Puede dejarme un arma?  

- ¿Quiere cazar un tigre con un machete? - se burló el cazador.  

- ¿Cómo es que hay un tigre?  

- Amigo, esto no es un parque de diversiones, es una isla en medio del Caribe y lo que tiene a su alrededor es la jungla. Deberían haberle prohibido salir, pero supongo que a la gente del hotel no le interesa demasiado que la gente se muera ahí fuera. Así pueden quedarse con todo su dinero. No me entretenga más, ese tigre ronda el hotel demasiado cerca, hay que matarlo o asegurar que se aleje. 

El hombre se alejó pero de pronto el tigre salió de un arbusto cercano y le cayó encima clavándose las garras en el pecho y destrozándole el cuello con violentos mordiscos. Los gritos desgarradores avivaron las piernas de John, que corrió cuanto pudo alejándose de aquella terrible escena. Su paso fue ligero, pero no tenía fondo para correr tanta distancia. Y además sus heridas de las rodillas empezaban a secarse y le escocían desagradablemente. Recordó lo poco que tardó la bestia en terminar con el otro y supo que no podía dejar de correr si quería llegar de una pieza. En apenas diez minutos llegaría a la puerta del hotel. 

Unos minutos en la vida rutinaria que ahora eran una agonía interminable. En el primero comenzó a escuchar las pisadas sordas de la bestia siguiéndolo en la lejanía. En el segundo se acercaba a él tan deprisa que no creyó que llegaría al tercero. Apretó el paso y finalmente sus piernas dijeron basta. Cayó rodando, exhausto. Su respiración era agitada y los pulmones le ardían, iba a morir y no tendría fuerzas ni para ahuyentar una mosca.  

- Jennifer, siento no haberme quedado contigo...  

El tigre llegó a su lado y le rodeo lentamente con pasos medidos, sin perderle el ojo de encima. John cerró los ojos a pesar de que la oscuridad era impenetrable. No quería que Jen le viera destrozado y con los ojos abiertos. En ese momento solo podía pensar en ella y lo mucho que lamentaba haber discutido tan fuerte en su luna de miel. El animal le olisqueó y levantó las orejas. Algo más le había distraído... una voz lejana... ¿estaba salvado?.. 

El tigre caminó hacia el hotel a medida que la voz se acercaba. Era la voz de una mujer. De pronto entendió lo que gritaba.Su tono de voz era inconfundible, estaba preocupada, debió preguntar por él en recepción y le tuvieron que decir que era peligroso salir de noche como él lo había hecho. Seguramente le aconsejaron que no saliera o pudo ser que ella misma enviara al cazador... Había salido a buscarle al ver que éste no regresaba... El animal corrió hacia ella y John soltó un gemido de impotencia.  

- No, no, bestia, vuelve aquí, no has acabado conmigo - exclamó lo más fuerte que pudo.  

Lo siguiente que escuchó fue el desgarrador grito de Jennifer y el sonido de la bestia destrozándola...  


de donde e sacado la historia de terror: http://geekhotspot.blogspot.com.es/2013/10/luna-de-miel-creepypasta.html#more

MURRACIO


bueno reabro esta sección pero en lugar de descargar juegos sera recomendar juegos
a los que jugado 


en este caso hablare del dark souls II

el el dark souls 1 era un buen juego pero el dos es muchísimo mas mejor 
tiene dos clases nuevas el espadachín y el explorador 

os diré las habilidades de estas dos clases 

espachin: al usar el modo doble espada puede usar ambas armas con el máximo poder es decir al 100%
le da un plus extra de veneno y hemorragia a las armas que sean toxicas o de hemorragia 
con el os recomiendo que le subais la fuerza destreza agilidad  aguante y resistencia 

explorador: gran habilidad de esquive 
en el dark soul dos an quitado al cazador pero tranquilos an mejorado al bandido le an añadido el arco a el todo lo demás clases son iguales al de 1

cosas buenas del dos mejoraron el online ahora te invaden incluso en hueco el modo de doble espada es decir cuando tengas un 10% de fuerza y de destreza con dichas armas poldreis activarlo con la y o el triangulo  aquí os dejo un tralier del drak souls II 


bridear











os dejo un nuevo grupo de música que acaba de salir se llama bridear es un grupo japones de heavy metal aquí os dejo una foto y su primer álbum





HISTORIAS DE TERROR

HOLA DE NUEVO LLEVO BASTANTE TIEMPO SIN HACER NADA A EN MI 
BLOG PUES HE DECIDIDO POR ABRIR NUEVAS ENTRADAS 
APARTE DE PELÍCULAS INFERNALES 
EMPEZARE ESTA NUEVA SECCION LLAMADA 
HISTORIAS DE TERROR 
AQUÍ ENCONTRAREIS 
HISTORIAS DE TERROR Y CREEPYPASTA

AHORA MISMO SOLO LAS PONDRE PARA LEER 
PERO CUANDO PUEDA LAS PONDRÉ PARA OIRLAS 

Y EN EL FINAL DE LA ENTRADA PONDRE DE DONDE LA E SACADO 

BUENO AQUI OS DEJO LA PRIMERA


                             Muerte pornográfica



Sí, lo sé, el título es algo raro, pero no encuentro otras palabras para describir lo siguiente.


Siempre fui muy apegado a mi prima Alejandra. Cuando esto ocurrió, hace ya varios años, ella tenía la edad de diecinueve años y yo quince. Nuestros familiares siempre nos decían que parecíamos «uña y mugre», ya que siempre andábamos juntas de un lado a otro. Pero siempre hubo un hábito de Alejandra que a mí nunca me gustó: a ella le gustaba la pornografía.


Siempre creí que la pornografía sólo le gustaba a los hombres, pero mi prima muchas veces me contó de nuevas páginas que encontraba o de algunas prácticas sexuales bastante extrañas. Como ella sabía que a mí no me gustaban esas cosas, se limitaba a contarme de vez en cuando los resultados de sus búsquedas, pero jamás me incitó a ver una pagina así.
Cierto día de abril, me contó que había encontrado una página nueva en donde si te registrabas, tú mismo podías hacer tus videos o tus fotos «xxx». El primer error que cometió fue el de registrarse. En un inicio ella miraba pornografía, pero jamás subía fotos suyas o daba alguna información acerca de su vida. Desgraciadamente, después me enteré de que había empezado a tener varios seguidores en esa página porque había empezado a subir fotos de ella desnuda.
Entonces nuestra relación se fue debilitando poco a poco, hasta que terminó por extinguirse. Pasaron algunos meses en los que no tuve contacto con ella, pero una noche acudió a mi casa llorando y pidiéndole a mis papás que la dejaran hablar conmigo. Mis papás, preocupados, nos dejaron charlar a solas.
Alejandra me contó que desde que empezó a subir ese tipo de fotos, una chica de nombre Esther la había agregado como amiga, y que en la página de Esther había fotos de ella haciendo muchas cosas incorrectas. A pesar de saber que de esa amistad no saldría nada bueno, mi prima aceptó ser su amiga y poco a poco fueron compartiendo fotos y experiencias. Después de contarme esto, mi prima se puso muy nerviosa y me dijo que desde hace algunos días, Esther subía fotos en donde aparecía desnuda y llena de sangre, con su cuerpo mutilado, moretones en su cara y cadenas en sus pies. En pocas palabras, eran fotos de ella asesinada, en las que también se veía la sombra de quien había tomado las fotos, y mi prima sospechaba que el mismo fotógrafo era el asesino.
Aunque su relato me sorprendió, aún no comprendía del todo por qué Alejandra quería hablar conmigo, pero la respuesta a esa pregunta me llegó pronto.
Mi prima me dijo que en los comentarios de las fotos del asesinato de Esther aparecía un link bastante extraño, y que ella, por curiosidad, se atrevió a abrir esa página. Lo que vio fue algo perturbador: cientos de fotos de chicas asesinadas de la misma manera que Esther, y al final de cada foto, la leyenda «Tú eres la siguiente», acompañada de la foto de mi prima… Obviamente ella se asustó y cerró de inmediato la página; pero dice que cada noche podía ver a un hombre en su ventana sosteniendo una cámara en sus manos. Y cuando lo miraba detenidamente, podía ver que ese hombre sólo tenía una horrenda sonrisa en la cara. Sin ojos ni nariz.
¿Qué podía hacer yo? Aunque no creía su historia, le permití que durmiera varios días en mi casa, y como ella no vio en esos días nada extraño en las ventanas ni nada por el estilo, se sintió lista para regresar a su departamento.
Después de un tiempo dejé de saber de ella, hasta que un día mis padres me informaron que la habían asesinado; pero no me dijeron cómo o por qué. Tampoco me dejaron ir al funeral esa tarde, así que decidí meterme a la red social pornográfica en la que se había suscrito.
Y ahí estaban: fotos de ella, un día antes de su muerte, amarrada a una cama, desnuda y con muchas agujas en su cuerpo, llagas en los brazos y moretones en su cara. No pude ver las siguientes fotos. Lo único que me alegró fue no ver el link que ella me describió… Aquel en donde le anunciaron que ella sería la siguiente.
Cuando les conté a mis papás de lo que vi, y quisimos revisar la página, ésta había sido dada de baja, y el cómo murió mi prima quedó en una pregunta sin respuesta. Aunque juraría que ayer, cuando dormía, pude ver la silueta de un hombre en la ventana de mi vecina… un hombre sosteniendo una cámara…

Flyff Chinese Pick Axe